Por Amaia Álvarez Berasategui
ACCIONES COORDINADAS, JUSTAS
Y ROTUNDAS. IRLANDA NO SE AMILANA.
Año
y medio después del rescate financiero, los irlandeses han comenzado a darle
forma a su propia rebelión contra la gestión de la crisis y el modelo
económico.
Con
una menor tradición de movilización social que en otros lugares, como Grecia o
el Estado español, en Irlanda ni las manifestaciones ni el movimiento Occupy ni
las huelgas generales (no se ha convocado una sola) han calado como método de
presión en contra de los recortes y la obediencia absoluta del Gobierno a la
hoja de rutamarcada desde la
Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Sin
embargo, los irlandeses han ido fraguando su propio camino a través del boicot
a dos de los impuestos establecidos en el pacto entre su Gobierno y el tándem
UE-FMI. La sociedad civil está respondiendo con un ‘no’ rotundo al nuevo
impuesto sobre el agua y la propiedad inmobiliaria.
La
campaña contra estos dos impuestos comenzó su andadura en julio del pasado año,
cuando el Gobierno comenzó a desvelar nuevos detalles sobre el pacto con la UE y el FMI, firmado en
noviembre de 2010 después de que los organismos internacionales pusieran al
Ejecutivo de Brian Cowen (del partido liberal Fianna Fail) entre la espada y la
pared para firmar un rescate del sistema bancario irlandés, que, según se
anunció en su día, frenaría un efecto dominó en los sistemas financieros de
otros países europeos. (…/…)
En
2013, el Gobierno irlandés introducirá un nuevo impuesto sobre el agua del cual
se desconocen los detalles.
Asimismo,
la campaña de boicot fiscal está atrayendo gente a las calles, tal y como se
pudo ver el 1 de abril, cuando cerca de 10.000 manifestantes se congregaron
ante el congreso de Fine Gael bajo el lema “We can’t pay, we wont pay”
(No podemos pagar, no vamos a pagar, en castellano).
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completo en: http://www.aporrea.org/actualidad/a142247.html