" LA IGNORANCIA MATA".
Procure estar informado y tener una mente critica.

lunes, 20 de agosto de 2012

Las llamadas enfermedades agudas de los niños.



Las llamadas enfermedades agudas de los niños, en su amplia mayoría, son verdaderas crisis de desintoxicación. Los mocos, las flemas, las diarreas, los vómitos, la tos, … son síntomas que indican el esfuerzo del cuerpo por desembarazarse de las sustancias de desecho y tóxicas almacenadas en el cuerpo a lo largo de los últimos meses y años.

Mientras su propia consciencia o yo va cogiendo el mando de su organismo físico, como decía Steiner, poco a poco, va desechando el material heredado de sus padres para construir su propio material orgánico. Esta puesta a punto y eliminación de material extraño se puede llevar lentamente, o puede surgir de forma brusca como una enfermedad infantil. En la enfermedad infantil el cuerpo del niño va eliminando las sustancias heredadas de sus padres al mismo tiempo que elimina sustancias de desecho y tóxicas almacenadas y que le perjudican cada vez más.
La caída de los dientes de leche indica que acaba el proceso para librarse del material heredado de los padres y la aparición de la dentición definitiva, indica que el proceso de individualizar los tejidos y órganos del cuerpo ha llegado a la máxima expresión. El niño, toma plena posesión de su organismo.

La mayoría de las enfermedades infantiles, especialmente las agudas, nos hablan de procesos de eliminación y curación. Si nos fijamos bien en un catarro o gripe, la eliminación de moco, flemas, orina oscura, mal aliento, sudor, … nos habla de un intento depurativo del organismo.
Los síntomas de las llamadas enfermedades infantiles, que yo preferiría llamar crisis de desintoxicación, indican un intento de curación por parte del organismo. Un niño pequeño tiene mucha fiebre, mucha tos, vómitos, diarreas, …etc. pero en pocos días se cura. Su cuerpo responde con mucha energía en un intento de recuperar y hacer una puesta a punto interior. Una persona mayor tiene muy reducidas las capacidades de respuesta del organismo, los síntomas son más leves y al mismo tiempo se vuelven crónicos. En los niños, predominan las enfermedades inflamatorias y agudas, por el contrario, en el adulto, predominan las enfermedades degenerativas y crónicas.

El cuerpo de un niño es como un río de aguas cristalinas. Si añadimos una gota de tinta en el cauce de un río de aguas transparentes, al momento nos daremos cuenta de la contaminación. Por el contrario, una persona enferma, es como un río sucio y contaminado. Aunque añadamos toda clase de sustancias contaminantes no lo notaremos. Muchas veces he oído a una persona recién diagnosticada de cáncer, infarto, trombosis, … “ yo siempre he estado bien hasta ahora”. Con frecuencia confundimos el estado de salud, con no sentir síntomas, sin darnos cuenta que mucha gente con enfermedades grabes han perdido la sensibilidad del organismo ante la enfermedad que se está gestando en su interior, y además les falta la capacidad de respuesta del organismo ante la intoxicación y desequilibrio crónicos.

También ocurre a veces que el niño con sus propios síntomas de enfermedad no está manifestando su malestar sino el desequilibrio del medio familiar en que vive. Muchos niños sensibles, reflejan con síntomas el malestar de sus padres o los problemas de relación entre ellos. El niño pequeño es una esponja que recoge y manifiesta desequilibrios de las personas más allegadas. El niño pequeño vive todas las tristezas y todas las alegrías de su alrededor y reacciona de acuerdo a ellas. En terapia familiar se sabe que la enfermedad grave de un niño con cierta frecuencia manifiesta los problemas de sus padres. El niño toma parte de un sistema y con frecuencia manifiesta la enfermedad de dicho sistema.

El ayuno.
En las enfermedades infantiles muchas veces desaparecen las ganas de comer. Si la crisis infantil se acompaña de fiebre, normalmente el niño no tiene ganas de comer. Es momento de eliminar y no de ingerir, de desintoxicar en vez de nutrir. Cuando el niño está enfermo y no tiene ganas de comer deberíamos respetar su instinto y no darle apenas de comer.
Solamente le mantenemos con zumos de frutas, caldos y agua. De esta manera evitaremos la deshidratación y favoreceremos que el cuerpo ponga en marcha la eliminación de sustancias de desecho y tóxicas que son causa importante de la mayoría de las enfermedades. Agua, zumos de frutas o caldos de verdura y cama son los mejores remedios ante cualquier crisis de desintoxicación o enfermedad infantil.

Cuando comemos en exceso, nos sube la temperatura corporal, y no tenemos más que recordar nuestra última comilona. Con frecuencia nos vamos quitando una prenda de ropa a cada plato nuevo que aparece en la mesa. Si obligamos a comer a un niño, en una crisis en la que se encuentra inapetente, aumentaremos la temperatura corporal y alargaremos la duración de la enfermedad. Durante la crisis infantil, es necesario eliminar y limpiar, no es momento de introducir alimentos, pues la falta de hambre, está indicando que el aparato digestivo no se encuentra en buena disposición para digerir y asimilar la comida. En este momento, es como si el cuerpo del niño, guiado por el instinto de supervivencia y en un intento de eliminar los tóxicos, renovar tejidos y curar órganos, pusiera el cartel de cerrado por reparaciones. Si a un niño con fiebre le damos de comer, estamos echando leña al fuego y pronto le subirá la temperatura.

Es necesario saber respetar más el instinto del organismo del niño, poniendo en marcha todas sus capacidades de autocuración. El buen médico no es el que elimina los síntomas de la enfermedad sino el que ayuda al enfermo a ponerse en contacto con las fuerzas autocurativas que duermen en el interior de la persona enferma.


Enfermedades sin síntomas físicos.
Hay muchas personas que son competitivas, egoístas, mentirosas, … y que aún sin tener síntomas de enfermedad se encuentran gravemente enfermas. ¿ Un padre con una bronquitis está más o menos enfermo que un manipulador y dictador ? Hay enfermedades del alma que no se expresan por síntomas físicos. Tampoco existe hoy en día ningún aparato que mida e dolor interno, el dolor del alma humana. Alma, en el sentido de la palabra latina anima, de aquello que verdaderamente anima la vida humana.

Hospital, vacunas, médicos .
La palabra hospital, indica la necesidad de cuidados, de hospitalidad que necesita el huésped internado en ese lugar. Pero el hospital con frecuencia no es un lugar hospitalario, comenzando por sus formas cuadradas y asépticas de construcción, plantado en zonas muy ruidosas y contaminadas.

El uso indiscriminado de vacunas y antibióticos está impidiendo la enfermedad aguda, pero favoreciendo de este modo la enfermedad crónica. Además impide que el sistema inmunitario se encuentre sano y entrenado porque impide su puesta en funcionamiento ante cualquier supuesta agresión externa.

La asistencia médica convencional se ha centrado tanto en la lucha contra la enfermedad, que se ha olvidado de la salud y los medios o factores de salud que podemos aplicar para recuperar la salud. Es necesario un sistema sanitario que dé prioridad a una Educación para la salud, desde la familia, la escuela y la sociedad. Tenemos que poner los medios adecuados para cuidar a los niños, porque cuidar es currar.

Información extraída de Zuhaizpe.