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Muchos científicos estarían felices de hablar abiertamente acerca de la "sexta extinción" que se encuentra en curso en los últimos 10.000 años más o menos, porque les encantaría culpar a los humanos por ello. Culpar a los seres humanos lleva consigo la implicación antropocéntrica de que somos de alguna manera inmunes a una extinción súbita y que se puede hacer algo para evitar la extinción de otras especies. ¡Si tan sólo pudiéramos cambiar el asunto del 'calentamiento global'! Los hechos reales de la historia de la vida en la tierra, sin embargo, sugieren que, desde el punto de vista de la 'naturaleza', los seres humanos son una especie más, cuyos días están contados también. De hecho, el registro histórico muestra que la naturaleza ha sabido ser muy hábil y creativa muchas veces sobre cómo "resetear" el reloj de la tierra, incluso en la mayoría de las civilizaciones "avanzadas".