" LA IGNORANCIA MATA".
Procure estar informado y tener una mente critica.

martes, 12 de marzo de 2013

LAS PROSTAGLANDINAS y LOS ACIDOS GRASOS (OMEGA 3 y 6).

 
Aceites Omega. Definición.
Son un tipo especial de grasas que nuestro organismo no puede producir por lo cual debemos consumirlas en los alimentos. Son ácidos grasos insaturados. Insaturados quiere decir que tienen uno o más enlaces dobles entre dos  carbono. Debido a su estructura química son muy inestables
Existen los grupos 3, 6 y 9. Nuestro cuerpo puede producir el omega 9 por lo que no se considera como esencial.

Importancia de los omegas.

El cuerpo necesita de los aceites omegas para fabricar unas moléculas extremadamente importantes para la vida, conocidas con el nombre genérico de «eicosanoides».

Estas moléculas cumplen funciones como mediadores para el Sistema Nervioso Central (SNC), para los procesos de inflamación y para las respuestas del sistema inmune.

Dentro de los icosanoides las moléculas más conocidas son las prostaglandinas, las cuales conforman el llamado sistema paracrino encargado de la comunicación celular y de gobernar los aspectos más básicos de la vida de las células.


El Sistema paracrino.
Los primeros seres pluricelulares que se formaron en la tierra tuvieron que hacerle frente a los continuos cambios del medio externo que los circundaba, Para ello sus células tuvieron que desarrollar la capacidad de comunicarse unas con otras.
Así aparecieron unas sustancias químicas  que hicieron el papel de mediadores transmitiendo señales. Así nació el sistema paracrino que ha sido tan eficaz que la evolución lo ha mantenido en la mayoría de las especies animales.
Nosotros aun tenemos algunos de los mismos mediadores que tienen los seres más primitivos del mar.
Este sistema se encarga de la respuesta inmunitaria, la presión sanguínea, el nivel de colesterol y el funcionamiento del cerebro, asi como también de las reacciones inflamatorias y alérgicas.
El cuerpo produce dos clases de prostaglandinas: La PGE2 y la PGE1.

La PGE2 es producida en situaciones alarma en el cuerpo, especialmente cuando hay presencia de gérmenes o virus. Cuando esto sucede se necesitan mediadores que provoquen inflamación  con el fin de permitir que los glóbulos blancos o de defensa, tengan facilidad para atravesar los tejidos y lleguen hasta el sitio afectado. Estos mediadores son precisamente la prostaglandina E2 que generan entonces inflamación, dolor y malestares que son necesarios para que se cumpla el propósito ya descrito.
Habrá fiebres, desaliento y malestares que obligarán al individuo  a dejar sus actividades habituales, descansar  y enfocar todos sus recursos en recuperarse.
Si el individuo ignora completamente su estado y continúa con sus actividades normales, dispersaría su energía y tendrá menos probabilidad de que el proceso termine con éxito.
Por todo esto la PGE2 recibe el nombre de prostaglandina de guerra o prostaglandina mala.
Por el contrario, la PGE1, mejora la fluidez de la sangre, disminuye la inflamación, facilita la nutrición y el metabolismo de las células y produce un estado mental relajado y placentero cuando no hay señales químicas de peligro que requiera enfocar su atención y evitar el mundo exterior. Es por ello que la PGE1  recibe el nombre de prostaglandina buena o de paz.

John Robert Vane, Sune Bergstrom y Bengt Samuelsson fueron galardonados en 1982 con el premio nobel de medicina por sus investigaciones en que destacaron la trascendencia de las prostaglandinas en la salud y la vitalidad.
En los enfermos crónicos, que nunca vuelven a estar bien después de una gripe o una neumonía la PGE1 o prostaglandina buena no vuelve a producirse en la misma forma y en cambio la PGE2 (prostaglandina mala), permanece en niveles altos.
El desequilibrio entre la PGE1 y PGE2, ocasionará en el individuo enfermedades como:
♦ Hipertensión
♦ Enfermedades cardiacas
♦ Artritis
♦ Cáncer
♦ Obesidad
♦ Alergias
♦ Depresión
♦ Irritabilidad
♦ Alcoholismo
♦ Adicción a drogas
♦ Inmunidad disminuida
♦ Asma
♦ Elevación del colesterol.

La tensión premenstrual con su cortejo mental de quejas y la agresividad de los jóvenes varones , por  efecto de una sensibilidad agudizada a la testosterona, son fenómenos directamente dependientes del desequilibrio de las prostaglandinas

La PGE1 mejora la capacidad de adaptación  del organismo a un medio difícil y mejora el desempeño de las células y los tejidos, por lo cual se puede considerar como una sustancia adaptogénica.
Las personas que siguen una dieta rica en los aceites omegas, son especialmente tranquilas, amables, con gran capacidad de sobrellevar situaciones difíciles sin incurrir en comportamientos depresivos o violentos. Tampoco muestran necesidad de consumir alcohol o narcóticos.
Los esquizofrénicos, los depresivos y los alcohólicos crónicos tienen cantidades indetectables de PGE1.
Cómo se pueden aumentar los niveles de prostaglandinas buenas?
Consumiendo alimentos ricos en los precursores de las prostaglandinas, es decir, los aceites omega se logran los increíbles beneficios que ofrecen estas sustancias. Pero deben ser aceites prensados en frio.
De los aceites omega 6, el más común es el ácido linoleico que se puede encontrar en la linaza, el ajonjolí (sésamo), soya, germen de trigo y canola.
El omega 3 se encuentra en la linaza, salmón, el atún  y el hígado de bacalao.
Todos los vegetales que contienen estos aceites esenciales, son siempre especies adaptadas el frio.
Lo mismo sucede con los peces que son fuente de aceites omega 3 como el atún, las sardinas, el salmón, los arenques que viven en aguas frías.
Se ha comprobado que estos aceites actúan como anticongelantes evitando la solidificación de las grasas.
Bloqueos en la producción de prostaglandinas
Reiteramos nuevamente que las prostaglandinas (eicosanoides) son elaboradas en el cuerpo a partir de los aceites omega mediante reacciones enzimáticas que conducen a la producción de estos mediadores.
Pero este proceso que conduce a la producción de prostaglandinas, en especial de PGE1, se puede ver bloqueado debido a varios factores.
El consumo de margarinas y aceites hidrogenados que contienen aceites trans, interfieren con las enzimas de los ácidos grasos esenciales. También el deterioro por envejecimiento, la diabetes y en especial la acidosis metabólica interfieren con este ciclo metabólico.
 Las dietas bajas en calorías incrementan  hasta en tres veces la actividad de la conversión de los  ácidos grasos esenciales en prostaglandinas, con lo que  eleva el nivel de estas sustancias protectoras. Por esto en las personas mayores las dietas de bajo valor calórico pueden incluso alargar la vida.
Las prostaglandinas del grupo de la PGE2, que favorecen la inflamación, se derivan del acido araquidónico que se encuentra en la carne y los huevos. Por esta razón hay que recomendar evitar estos alimentos a las personas con trastornos crónicos porque  aumentan la PGE2. La acción de estos alimentos es pro inflamatoria, hipertensora y aumentan las coagulabidad de la sangre.
Los esteroides también bloquean la formación de prostaglandinas tanto PGE1 como PGE2, es decir, buenas y malas
Como usar los aceites omega.
Lo ideal es consumir una mezcla a partes iguales de aceites de oliva y de linaza.
Otra alternativa es consumir la famosa crema de la doctora Johanna Budwig popularizada por la doctora Kousmine en el método que lleva su nombre.
Esta crema ha sido de mucho éxito en enfermos crónicos y especialmente en pacientes con cáncer.
La doctora Budwig ideó usar el requesón, que es rico en los aminoácidos azufrados  (metionina, cisteína y cistina), emulsionarlos con aceite de linaza.
Este mezcla se usó en muchos casos como único alimento en muchos enfermos  cancerosos durante meses y sus excelentes resultados la consagraron como una de las bases principales del método Kousmine.

¿Quién fue Johanna Budwig?.
Fue considerada la mayor autoridad mundial sobre grasas por las investigaciones adelantadas en este tema. Nominada 7 veces al premio nobel de medicina, era Química y Farmacéuta  y estaba doctorada en Física.
Sus estudios sobre las grasas fueron determinantes para comprobar los efectos nefastos que en la salud celular y en general ocasionan las grasas hidrogenadas y otras grasas desnaturalizadas.
Comprobó que la presencia de  este tipo de grasas en las membranas celulares alteraba la permeabilidad de las células por lo que los desechos del metabolismo celular quedaban retenidos en el interior de las mismas generando daños graves para el funcionamiento del cuerpo. Es decir se produce una auto intoxicación celular.
Comprobó también que esa misma permeabilidad de la membrana celular era proporcionada por los ácidos grasos esenciales, facilitando las entrada de oxigeno y nutrientes a la célula y la salida de los desechos tóxicos celulares.

Ella encontró el ácido linoleico importantes para la oxigenación de las células.
Comenzó a usar estos ácidos grasos y consiguió reparar la membrana celular dañada haciéndola más permeable y permitiendo el paso del oxigeno, y de esta manera devolver a las células cancerosas, la capacidad de realizar un correcto  metabolismo aeróbico y, en consecuencia, convertirlas en células normales.
Pero había un problema: los ácidos grasos por si solo no pueden ser absorbidos por el intestino ya que tanto los ácidos como el intestino tienen una carga electrica  negativa.
Budwig emprendió la búsqueda de una sustancia con la cual el aceite pudiese formar una emulsión que pudiese atravesar la barrera intestinal y llegar a las células.
Y encontró que el requesón era el ideal para esta emulsión ya que le  aportaba carga positiva con lo cual podía superar el obstáculo intestinal.
Esta mezcla  de ácido graso y requesón ideada por la Dra  Budwig nace la famosa Crema Budwig.
Es una crema ideal para el tratamiento básico del cáncer y todas la enfermedades degenerativas.
Quisoma.