El Secreto de los Montes Bucegi (Rumania)
La historia oculta y algunas de las cosas que están saliendo de nuestro pasado remoto.
Corta introducción a los acontecimientos de 2003
En el verano de 2003, en una àrea inexplorada de los Montes Bucegi, una
sección del Servicio de Inteligencia de Rumania, SRI, el llamado
Departamento Equipo Cero, hizo un descubrimiento muy significativo, que
podía cambiar completamente el destino de la humanidad.
Las monumentales presiones que los Estados Unidos ejercieron sobre el
gobierno de Rumanía para que este descubrimiento no se diera a conocer
al mundo, llevó a un acuerdo temporal entre ambos países y a una inusual
colaboración científica y militar. La situación se complicó más a raíz
de la interferencia brutal del orden de los Illuminati, quienes
intentaron tomar el control tanto del lugar del descubrimiento como de
la expedición rumanoamericana.
Caesar Brad, el experto que dedicó años de investigación a los fenómenos
extraños, director de las operaciones estratégicas de máxima
importancia del estado rumano, es el héroe de los increíbles
acontecimientos que ocurrieron en los Montes Bucegi, y también de dos
memorables encuentros con un alto representante de los Illuminati y
miembro del grupo Bildeberg.
Un miembro masónico, del grupo Bilderberg, en Rumanía
En mayo de 2003, un importante personaje visitó Caesar para un asunto
muy especial. La petición del encuentro vino a través del SRI, el
Servicio de Inteligencia de Rumania, como resultado de la intervención
del gobierno rumano. El personaje era extranjero, pero hablaba muy bien
el rumano y conocía muy bien Rumanía. El SRI sólo sabía que era miembro
de una logia masónica muy importante de Italia, que cuenta con nobleza
de alto rango y una fuerte influencia financiera en Rumanía.
Su influencia política también era muy elevada, puesto que consiguió
penetrar el muro protector de los agentes del SRI y llegar al
Departamento Cero.
Caesar notó una fuerte presión y pesadez alrededor de esa persona.
Estaba rodeada de una nube de radiación densa y desagradable que
ocultaba sus verdaderas intenciones. Para este encuentro, Caesar se
preparó cuidadosamente: se aisló en una habitación y se dejó caer en un
estado de profunda meditación, que le permitiría conocer más sobre esa
persona.
Un helicóptero trajo este hombre alto y arrogante, enfundado en un traje
negro. Llevaba un bastón con el mango de marfil e incrustaciones de
oro. Su experesión era dura y sus ojos verdes irradiaban una frialdad
inusual, lo que producía un efecto extraño. Se presentó como el Sr.
Massini. Se mostraba muy seguro de sí mismo y daba la impresión de estar
acostumbrado a dar órdenes. Dirigía una de las logias masónicas más
venerables e importantes de Europa, una de de las organizaciones
masónicas más influyentes del mundo: el Grupo Bildeberg.
Massini entró directamente en materia, diciendo que la gente era de dos
tipos: los que pueden ser manipulados y dirigidos ( la mayoría) y los
otros, que poseen ciertas virtudes y una fuerte personalidad. Afirmó que
su grupo formaba parte de la orden masónica más importante de todas, y
que ésta estaba muy interesada en el resultado del encuentro entre
ambos. Caesar le contestó que conocía algunos aspectos de la
francmasonería.
El Sr Massini continuó diciendo que el grupo Bildeberg no era
propiamente una logia, sinó mucho más. Dijo que las logias eran simples
fachadas y que el poder real estaba en la cima de una jerarquía de 33
niveles. Massini invitó a Caesar a unirse al grupo, haciéndole entender
que le reportaría grandes ventajas. Massini manifestaba un gran poder y
una fuerza psíquica inusual para su edad. Desgraciadamente para él, su
poder se centraba en una gran arrogancia, un enorme ego, y un
sentimiento de superioridad hacia los demás.
Massini dijo que había solicitado el encuentro, debido al poder y las relaciones de Caesar, que el grupo apreciaba sus poderes.
El pentágono utiliza satélites para espiar
Un satélite del Pentágono destinado al espionaje geodésico, basado en
tecnología biónica, descubrió en 2002 un hueco en un área específica de
los Montes Bucagi. Este espacio vacío del interior de la montaña, no se
podía identificar a partir del exterior: empezaba directamente dentro de
la montaña, a una cierta distancia de la ladera, y tenía la forma de un
túnel bien hecho, con un recorrido perfectamente marcado.
El escaneado que el satélite hizo de la montaña mostraba dos grandes
barreras energéticas, dos estructuras de separación, formadas de energía
artificial: la primera era como una pared que bloqueaba el acceso al
túnel; la segunda era enorme, como una bóveda o una semiesfera situada
al final del túnel, cerca del centro de la montaña. Massimi se dio
cuenta de que allí había algo de extrema importancia y que estaba muy
bien protegido. Todo el túnel y la bóveda estaban situados en un mismo
plano, paralelo al suelo y la estructura de separación era vertical y
semiesférica, siguiendo la forma de la roca de la cima de los montes,
llamada “Babele”. De hecho, la inclinación de la estructura vertical
acababa a unos 40 metros entre la roca Babele y la roca Esfinge de los
Montes Bucagi (Sfinxul din Bucegi).
Una estructura similar en Iraq
El equipo del pentágono vió que la barrera de energía semiesférica tenía
la misma frecuencia vibratoria y la misma forma que otra estructura
subterránea muy secreta que había descubierto anteriormente cerca de
Bagdad, en Irak.
Poco después de este descubrimiento estalló la guerra de Irak y unos
meses más tarde los americanos tuvieron acceso al mayor secreto de la
zona, sobre el que los iraquíes no sabían nada.
Massimi dijo que lo que se encontraba allí tenía que ver con el
misterioso pasado de la Tierra y la historia de la organización a la que
él pertenecía. Cuando la investigación del Pentágono advirtió la
similitud de la estructura subterránea cerca de Bagdad y la de Bucegi,
Massini y la logia masónica a la que pertenecía, de pronto se llenaron
de ansiedad. Estuvieron a punto de coger un ataque de nervios, al saber
que esta estructura, mucho más grande y compleja que la de Irak, estaba
en territorio rumano (Alexander. David, parece que Rumanía tiene una
importante misión que cumplir en los próximos años, y los reptilianos
también tienen esta información. Encima de los montes Bucegi también se
encuentra una pirámide energética –su sombra se puede ver dos veces al
año- que tiene una función protectora y mantiene a salvo el conocimiento
de la Verdad, que será pronto revelado a todo el mundo en cuando llegue
el momento).
Massimi aportó el plan adecuado para llegar al túnel, tal como habían
calculado los expertos del Pentágono. La entrada era posible a cerca de
60 o 70 metros de distancia de la primera barrera energética en el lado
de la montaña. Massini prometió tecnología militar americana ultra
sofisticada para conseguir perforar la primera barrera energética. Era
una máquina muy potente que perforaba rocas a alta velocidad con un
fuerte chorro de plasma y un campo magnético rotativo. Massimi exigió
absoluta discreción sobre el tema.
Los descubrimientos de 2003, en los Montes Bucegi
Al principio, la máquina que hacía la perforación mostraba una extraña
desviación del campo magnético, pero más tarde corrigió su trayectoria.
La entrada parecía una estación de metro, con las paredes pulidas, y
llevaba al enigmático tunel descubierto por el satélite. Al final del
túnel había un enorme puerta de piedra que se movería deslizándose hacia
la izquierda. Antes de acceder a la puerta, sin embargo, había que
atravesar una gran barrera energética. Tres personas del primer equipo
especial de intervención estuvieron muy cerca de la barrera invisible,
la tocaron por imprudencia, y murieron de paro cardíaco al instante.
Cualquier objeto (piedra, plástico, metal o madera) que la tocara, se
convertía inmediatamente en fino polvo. Se presentaron también al lugar
dos generales del Pentágono y el consejero de la presidencia de Estados
Unidos.
Dando golpes al triángulo desde el centro de la roca cuadrada y pulida,
Caesar puso en marcha la gran puerta de piedra que en silencio se
deslizó dentro de la pared. Este único gesto desconectó la barrera
energética y abrió la puerta de piedra. Ahora se podía ver la galería en
todo su esplendor. Aunque no había ninguna fuente de luz, la Gran
Galería estaba iluminada. Después de desconectar la barrera energética,
sin embargo, el gran escudo semiesférico del lado opuesto de la cámara,
de pronto subió su vibración y empezó a emitir una radiación más alta.
Observando detenidamente la pared de dentro de la Gran Galería, se veía
que aunque parecía sintética, algo orgánico formaba parte también de
ella. Tenía el color del aceite, pero sus reflejos eran verdes e incluso
azules. El material de la pared era algo rugoso al tacto, y no se podía
rascar ni doblar, resistía a cualquier intento de rotura, pinchazo o
corte. Las llamas de fuego se autoabsorbían de manera extraña. De hecho,
el fuego no prendía en este material. Los americanos reconocieron que
el material era una mezcla de materia orgánica e inorgánica. A unos 85
metros, la galería de pronto se dirigía a la derecha en un ángulo
cerrado. A lo lejos se veía una luz azul, que brillaba como una
estrella. Esta luz azul era sólo el reflejo del escudo protector de
energía.
En el subterráneo iraquí
Al asesor en seguridad nacional de Estados Unidos, le llegó la
notificación de que el escudo energético de Irak (Bagdad) se había
activado de golpe, y vibraba a una alta frecuencia. Delante del escudo
apareció un holograma de la Tierra, que dibujaba progresivamente el
Continente Europeo, luego se dirigía al sudeste, a los Montes Bucegi de
Rumanía y finalmente mostraba la localización de la galería. Era obvio
que los dos escudos semiesféricos de energía estaban directamente
conectados.
Desgraciadamente la presidencia de Estados Unidos fue advertida de lo
que ocurría, y se puso en contacto con la diplomacia de Rumanía a través
del servicio de inteligencia. En sólo 20 minutos, toda la operación
quedó al descubierto. El plan del Sr. Massini se había ido al agua. En
un principio, ellos querían tener el control de la operación, pero los
políticos rumanos que tenían derecho a estar al corriente del asunto, se
asustaron y no supieron hacer frente a los acontecimientos. La tensión
diplomática fue ascendiendo, y más todavía, cuando Washington exigió
comunicarse urgentemente con los generales del Pentágono que estaban en
el escenario de la operación..
Reunión urgente del Consejo Supremo para la Defensa (CSAT)
La reunión urgente del Consejo Supremo para la Defensa (CSAT), generó
una oleada de apoyo hacia el Departamento Cero. La mayoría de los
presentes a la reunión estaban conmocionados por la notícia que acababan
de recibir. El CSAT decidió continuar la investigación y hacer el
investario de todo lo encontrado en la Gran Galería, pero bajo la
supervisión del Departamento Cero. Desde Bucarest, llegaron un montón
órdenes que se contradecían, algunas muy contundentes, otras más
escurridizas, pero todas delatando la gran tensión de fondo. Los
miembros del CSAT estaban reunidos permanentemente, en contacto los que
estaban en los Montes Bucegi,. Después de discutir el tema desde todos
los ángulos posibles, decidieron hacer público el descubrimiento. El
Estado de Rumanía iba a hacer una declaración formal al mundo entero,
pero algunos miembros del CSAT se opusieron rotundamente a ello.
La declaración oficial de Rumanía
Cuando se informó a la diplomacia americana de que Rumanía iba a dar la
noticia de los descubrimientos a los medios de comunicación, se hizo el
caos. La Casa Blanca se puso en contacto telefónico con el presidente y
en pocas horas, los Estados Unidos bloquearon todas las transacciones
financieras con Rumanía y el acceso a todas las instituciones
financieras. Rumanía estuvo a punto de declarar el “estado de
emergencia” en los Montes Bucegi y la capital.
Las reuniones entre los representantes de Estados Unidos, que llegaron a
Bucarest, y el Departamento de Emergencia de Rumanía, se desarrollron
sin la presencia de un intérprete. Las conversaciones fueron muy
violentas, todo el mundo chillaba y los americanos amenazaron varias
veces con tomar represalias en contra de Rumanía. El resto de países del
mundo no sabían nada de lo que estaba ocurriendo, y los americanos
sabían muy bien que algunos países muy poderosos iban a estar a favor de
Rumanía y apoyar la immediata publicación de los descubrimientos.
(Alexander: no creo que fuera realmente así, pero los Estados Unidos
sabían que Rumanía era un país pequeño y pobre que se iba a dejar
intimidar fácilmente por el “poder”de América).
La declaración oficial habría demostrado al mundo el descubrimiento de
los Montes Bucegi, con fotos y toda la información necesaria. Se pensaba
invitar a los principales científicos e investigadores. Lo más
importante de todo es que se habría revelado el verdadero orígen de la
humanidad y la verdad sobre la Historia, casi absolutamente falsa.
Los americanos reaccionaron muy mal, porque esta declaración en pocos
segundos habría acabado con la influencia y poder internacional que
ejercían, y habría sumido a la población norteamericana en el caos. Esta
fue la razón más importante que arguyeron, la de no sembrar el pánico.
Se olvidaron no obstante, de ver que ese estado de angustia y posible
desorden social no era más que el resultado automático de cientos de
años de engaño y manipulación deliberados por parte de la masonería.
También intervino el Papa, llamando a la moderación antes de que la
humanidad diera este gran paso fundamental.
El Papa prometió ofrecer ciertos documentos de gran importancia al
estado de Rumanía, procedentes del antiguo archivo papal, que
demostraban la importancia del descubrimiento de los Montes Bucegi.
Después de 24 horas de conversaciones, Rumanía y los Estados Unidos
llegaron a un acuerdo y decidieron cooperar bajo condiciones precisas.
Rumanía tenía que aplazar la declaración e ir presentando los hechos
paulatinamente al mundo.
La sala de proyecciones
La Gran Galería terminaba abruptamente en una gran cámara de 30 metros
de altura y 100 metros de longitud. La sala era más pequeña que la de
entrada a la montaña y estaba protegida por el escudo de energía.
Conforme se avanzaba hacia el escudo, una parte del mismo desaparecía a
modo de puerta, permitiendo el acceso a la habitación. El escudo
protegía la habitación de culalquier tipo de influencia externa. Una vez
en el interior, el escudo se volvía compacto y aparecía como una pared
de tono blanco dorado.
En la parte de atrás, el escudo no llegaba al suelo, como en la parte de
delante, porque había una pared de piedra. La pared tenía entre 10 y 12
metros de altura y de ahí salían tres enormes túneles: uno frontal, y
los otros de manera simétrica a ambos lados, iluminados por una luz
difusa de tono verdoso. El acceso a estos túneles estaba terminantemente
prohibido por el protocolo secreto que firmaron Rumanía y Estados
Unidos.