" LA IGNORANCIA MATA".
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domingo, 9 de septiembre de 2012

Los alimentos tóxicos.


La inflamación es un factor común en varias enfermedades como el asma, el eczema, la colitis, la tos y la secreción de moco, la artritis, la psoriasis, la dermatitis, etc. En dichos casos, se trata de una inflamación crónica. Las enfermedades que terminan con itis u osis son enfermedades crónicas inflamatorias.

Las alergias alimentarias, sobre todo las alergias alimentarias retardadas, son una causa mayor de inflamación crónica.

Las alergias alimentarias son reacciones a los alimentos provocadas por reacciones del sistema inmune. Por ejemplo, una sensibilidad a la tiramina en el queso, el vino o el chocolate puede producir migrañas.

La especificidad individual, particularmente en el campo de las alergias, está relacionada con la herencia genética.
Un anticuerpo llamado inmunoglobulina es una proteína que el sistema inmune utiliza para defenderse. Existen diversos tipos: IgE, IgG, IgA, IgM, por medio de los cuales el sistema inmune reconoce y conserva el rastro de células huéspedes normales o foráneas, los microbios de las moléculas alimentarias o las toxinas.

Las reacciones alérgicas dependientes de los anticuerpos de clase inmunoglobulina E (IgE), se producen en menos de una hora. Generalmente se manifiestan en la piel, el sistema respiratorio, o el digestivo. Alrededor de 1 o 2% de este tipo de alergias se debe a esta reacción aguda.

La mayor parte de las sensibilidades a los alimentos implican reacciones retardadas mediadas por la IgG. Los síntomas pueden aparecer después de dos horas, pero lo hacen más frecuentemente después de 1 o 3 días de haber ingerido un alimento. Los síntomas son por lo general subjetivos. Por ejemplo, usted puede comer maíz un día sin notar ningún problema, mientras que al comerlo otro día podrá tener síntomas.

Las alergias alimentarias retardadas pueden causar todo tipo de síntoma. Una enfermedad crónica implica por lo general un estado de vigilancia inmunológico inapropiado relacionado con la alergia alimentaria, aún si ésta no es la causa principal del problema.

El sistema inmunológico puede permanecer hiperactivo, conduciendo a síntomas inflamatorios crónicos y persistentes por un periodo largo después de que el desencadenamiento inicial de una alergia desaparece.

Algunos síntomas de sensibilidad retardada son los siguientes: dolor crónico, depresión, fatiga, dolor articular, eczema, otros problemas gastrointestinales, sinusitis o enfermedades frecuentes del oído medio, sinusitis crónica, asma, tos, enfermedad de Menière o vértigo, etc.

De hecho, las alergias alimentarias retardadas son una causa subyacente o un factor agravante en varias enfermedades crónicas. Por ejemplo, las enfermedades autoinmunes, los problemas de infertilidad, los embarazos difíciles, la artritis reumatoide, el asma, la enfermedad inflamatoria del intestino, y otros problemas inflamatorios. Por lo tanto, si usted sufre de una enfermad crónica que no responde al tratamiento que le han recetado, deberá tener en cuenta la posibilidad de que existan alergias alimentarias retardadas.

Sesenta por ciento de nuestro sistema inmunológico está ubicado en el sistema digestivo, porque es allí a donde se dirigen los alimentos y sus microbios, la fuente de materiales extranjeros al cuerpo y provenientes del mundo exterior.

Si se presentan problemas digestivos o permeabilidad intestinal, entonces los péptidos (unidades proteicas en el alimento) se escaparán a la digestión y los anticuerpos del sistema inmunológico se les fijarán para combatirlos, dando como resultado un complejo inmunológico potencialmente inflamatorio.




Complejos inmunes


Permeabilidad intestinal
Los complejos inmunes se pueden acumular en los tejidos. Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINES, por ejemplo el diclofenaco, el voltarén, el sulindaco, el naproxeno, la indometacina, etc.), aumentan la permeabilidad intestinal creando más complejos inmunológicos que dan origen a la artritis.

Por último, existen también otros alimentos tóxicos como aquellos que contienen glutamato monosódico y aspartame, que son excitotoxinas (sustancias químicas que pueden causar daño al cerebro y al sistema nervioso) capaces de aniquilar las células del cerebro.
Fuente: 
Dra. Gabriela Segura.