Autoridades de Bangladesh y Myanmar han ordenado a cientos de miles de personas de sus respectivos países a moverse hacia las zonas altas ante el inminente paso del ciclón tropical Mahasen, que dejó siete muertos en Sri Lanka.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), que colabora en las labores de evacuación, advirtió que más de ocho millones de personas están en riesgo por el paso del fenómeno, que tocaría tierra mañana jueves.
Bangladesh ordenó a cientos de miles de personas que viven en las zonas bajas ir a los refugios contra ciclones, mientras que en Myanmar 166 mil personas, la mayoría refugiados de una minoría musulmana, están en grave situación de riesgo en la costa noroeste.
Las autoridades birmanas luchan para evacuar a decenas de miles de personas, en su mayoría musulmanes Rohingyas, que se encuentran en campamentos en regiones bajas, luego que fueron expulsados de sus hogares tras los disturbios étnicos del año pasado.
El ciclón tropical Mahasen, que podría estar perdiendo fuerza a su paso por el golfo de Bengala, ya ha cobrado la vida de siete personas y obligado a más de tres mil a dejar sus hogares en Sri Lanka, señaló el Centro de Gestión de Desastres de ese país asiático.
La tormenta se mueve hacia el norte de la bahía de Bengala y se espera que llegue a tierra la madrugada del viernes a Chittagong, en Bangladesh.
El martes, un barco que transportaba a unos 100 musulmanes rohingyas zozobró frente la costa occidental de Myanmar, incidente que dejó ocho muertos y 50 desaparecidos, 42 personas fueron rescatadas con vida.
Los expertos señalan que Bangladesh está mejor preparado para manejar la situación que las autoridades birmanas en la frontera del estado de Rakhine, donde decenas de miles de rohingyas han quedado sin hogar por los disturbios del año pasado.
Al menos 192 personas murieron en junio y octubre del año pasado tras los choques entre los grupos étnicos musulmanes, que son minoría, y budistas, que son mayoría en la antigua Birmania.
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