En el subsuelo africano se acumula un volumen de agua equivalente a cien veces todo el continente.
En el subsuelo de África, donde, según la ONU, millones de personas
mueren cada año por enfermedades relacionadas con la falta de agua
potable y de higiene, se acumulan enormes reservas de agua.
La investigación de un equipo del British Geological Survey acaba de sacar a la superficie que el mapa de aguas subterráneas de África esconde 660.000 kilómetros cúbicos de agua, es decir, cien veces la superficie de todo el continente. Los investigadores analizaron los mapas hidrológicos de todos los países africanos, así como los resultados de otros estudios regionales previos.
A partir de estos datos elaboraron un mapa mucho más detallado, que incluye el reciente descubrimiento en Namibia de un lago subterráneo, lo que podría cubrir la demanda de agua potable de esa árida región durante los próximos cuatro siglos. Según el estudio, muchas de esas reservas -cerca de la mitad de las cuales se hallan en Libia, Argelia y Chad- se formaron hace unos 5.000 años y se encuentran protegidas por rocas muy duras como el granito, fruto del cambio climático.
Los investigadores prevén que la calidad del agua es muy buena, y que la población podría usarla para consumo y riego de cultivos. “En áreas donde los acuíferos son relativamente poco profundos [menos de 20 metros], se pueden construir pozos equipados con bombas de mano siempre que haya la suficiente inversión y tiempo para situar las prospecciones en las partes más productivas del acuífero”, asegura Alan MacDonald, que dirigió el estudio.
Sin embargo, los expertos advierten que antes de extraer el agua “hay que ir al detalle, ver si son renovables, si no son cautivos”. Según Alberto Fernández, responsable de Política de Aguas de WWF, una reserva enorme bajo el Sáhara se compone de “aguas fósiles”, lo que quiere decir que “si se saca el agua, no va a volver a llenarse”. Además, los ecologistas dicen que la extracción de agua puede incluso acarrear el colapso de algunas zonas. “Ese agua mantiene, desde dentro, la humedad de la tierra que hay sobre ella; si se extrae esta puede secarse y, al igual que los lodos se agrietan bajo el Sol, todo el sistema puede caer”, indicó Fernández.