Un psiquiatra de mi confianza y colaborador habitual del blog ha estado este verano juntando toda la información que poosee sobre la peligrosidad e inutilidad de los medicamentos antipsicóticos y me ha enviado un texto largo sobre ello que os resumo:
1- Los antipsicóticos son responsable de una pérdida media de más 15 años de vida en pacientes esquizofrénicos. Puesto que esto es una medida estadística, podríamos decir que matan a bastantes de sus usuarios, algunos jóvenes. En los ancianos con demencia se podría hablar de un gerontocidio lucrativo.
2- El pronóstico de la esquizofrenia es significativamente mejor en Nigeria o India que en los países desarrollados. El menor uso de antipsicóticos y la existencia de redes de medicinas naturales más tolerantes e inclusivas
parecen ser las variables importantes. Como preventivos de recaidas en
la esquizofrenia, los antipsicóticos no solo dejan de ser eficaces hacia
el final del primer año después del brote agudo, sino que en algunos casos las causan y peores que el brote original (psicosis de rebote o supersensibilidad dopamínica).
3- Aparte de los efectos sobre la salud en general, producen efectos y reacciones adversas de tipo neurológico y cognitivo discapacitantes y/o muy desagradables en un alto porcentaje de casos.
4- Las diferencias como grupo entre los “convencionales” y los “atípicos” o de nueva generación, son mayormente un cínico cuento de marketing para expandir y encarecer su uso.
5- Producen una pérdida paulatina de masa cerebral o atrofia, que acompaña a todo lo dicho anteriormente. Esto pone patas arriba el dogma de los últimos 30 a 40 años de que la esquizofrenia no era un trastorno funcional
(los “cables que se cruzaban”, las hormonas normales haciendo
“trastadas”, en la adolescencia o juventud) sino lesional o tóxico (un
gen producía esa toxina o una proteina “mala”, anormal) y que era esa
toxicidad la que producía la lenta desestructuración y pérdida de masa
de la corteza cerebral. Después de 20 o 30 años de tratamiento
neuroléptico, si sobrevive, al paciente le podría haber desaparecido una
cuarta parte del cortex frontal !!! Tóxicos son los antipsicóticos
y los psiquiatras se han trasformado en verdaderos “shrinks” (en inglés
coloquial algo así como “loquero”) como ya se nos llamaba cuando yo
moceaba.
Todo esto está obtenido de revistas convencionales, del establishment y prestigiosas. No estamos tratando de antipsiquiatría ni siquiera de psiquiatría crítica. Los datos se refieren a la esquizofrenia
puesto que es en esta entidad donde hay un corpus importante de
investigación independiente, al menos en parte, pero serían aplicables a
otras situaciones. Mientras que en los altos niveles de la psiquiatría
hay una especie de crisis con respecto a la esquizofrenia y llamadas a
la prudencia con respecto al uso de antipsicóticos en otras entidades
clínicas, a niveles reales las prácticas prescriptivas siguen igual y de
hecho continúa la expansión del uso de antipsicóticos en grupos como ancianos, discapacitados, y niños con problemas de aprendizaje y conducta.