El caso Vioxx está siendo paradigmático en USA. El laboratorio Merck está pagando caro sus errores -ocultaciones de información, acciones de marketing fraudulento, fraude científico-, entre otros cargos. Francisco Almodóvar, abogado del Bufete Almodóvar & Jara, que sigue el caso, nos lo cuenta.
Si bien es cierto que ningún miembro de Merck ha ido a la cárcel,
el caso Vioxx ha dañado la reputación de una empresa que se equivocó y
que todavía no vemos signos de una formal petición de perdón, más allá
de los guiños habituales a sus propios accionistas. Después de pagar
muchos millones de dólares en concepto de indemnización por daños y
perjuicios, a aquéllos afectados que sufrieron un daño o a familiares de
afectados que perdieron la vida, en USA este caso no se ha olvidado.
Las novedades que nos vienen del país norteamericano es que Merck ha vuelto a firmar un acuerdo extrajudicial con un grupo de demandantes que acusan a la empresa farmacéutica de fraude. Son demandantes que sin haber sufrido un daño,
con tan sólo haber demostrado que consumieron Vioxx por un tiempo
determinado, decidieron ir a los tribunales para acusar a Merck de
fraude.
Ahora el juez Marco Roldan, de la Corte de Missouri, ha aprobado el acuerdo extrajudicial, el cual es novedoso y puede marcar un antes y un después en el mundo de la responsabilidad por los daños ocasionados por los medicamentos. Las personas que puedan demostrar con documentación que consumieron Vioxx van a recibir al mes una cantidad de 90 dólares. A Merck le va a costar 220 millones de $. No es tanto para ellos. El consejero general de Merck dice estar contento con el acuerdo pues así los accionistas tendrán mejores datos sobre este caso y, además, la compañía podrá establecer unos costes más claros en concepto de litigios.
En España no se sabe prácticamente nada de este caso.
Aquí el Vioxx parece ser que no mató a nadie y que no causó reacciones
adversas graves. Es raro, el mismo producto que se ha vendido en todo el
mundo y que los demandantes, jueces y el propio laboratorio en USA han demostrado y reconocido, por activa y por pasiva, que este medicamento provocaba graves daños a la salud; que la compañía cometió fraude (científico/marketing) y ocultó información; aquí, en España, el mismo producto, ha pasado desapercibido
prácticamente. Alguna que otra sentencia hay, pero no han sido ni
ejemplares, ni han saltado a la opinión pública, ni han ayudado a crear conciencia social e individual sobre este asunto del Vioxx.