Para explicar la historia que hoy nos atañe es necesario hacer un viaje en el tiempo hasta el año 1959. En aquella época, la extinta URSS era un territorio de secretos gubernamentales conocido en occidente como el “telón acero” y, lo que ocurría mas allá de ese intangible telón, era totalmente silenciado. En aquellos años de secretos y guerra fía sucedió un extraño incidente que se cobró la vida de nueve jóvenes y que aún continua siendo un completo misterio… y es que nadie sobrevivió para relatar lo que aquella fatídica noche del 2 de febrero de 1959 sucedió a las faldas del monte Jolat Siajl.
La historia arranca unos días antes de dicha fecha, cuando un grupo de diez estudiantes del Instituto Politécnico de los Urales con amplia experiencia en expediciones de montaña llegaron a Vizhai después de un largo viaje en tren hasta Ivdel. El grupo estaba capitaneado por Igor Dyatlov, un joven estudiante del departamento de radio de 23 años de edad. Con él iban Zinaida Kolmogorova, Liudmila Dubinina, Aleksander Kolevatov, Rustem Slobodin, Yuri Krivonischenko, Yuri Doroshenko, Nicolas Thibeaux-Brignollel y Yuri Yudin. Ninguno de ellos pasaba de los 25 años de edad, excepto el guía que les acompañaba, Alexander Zolotarev, de 37 años. La intención de aquel grupo de jóvenes alpinistas era adentrarse en las montañas de Jolar Siajl. Esta montaña era conocida por los habitantes locales (los Mansi) como “la montaña de la muerte”, aunque el objetivo final del grupo de montañeros era coronar un pico de 2000 metros de altitud llamado Otorten. Este pico era un enclave temido y maldito por los lugareños que lo habían bautizado con el nombre exacto de Gora-Otorten lo que literalmente significa “no vayas allí jamas”.
Desoyendo todas las ancestrales leyendas locales, los jóvenes comienzan su excursión el 27 de enero. Al día siguiente, uno de ellos enfermó de fiebre, Yuri Yudin, lo que le hizo abandonar a sus compañeros y regresar al campamento base que habían instalado unos kilómetros mas allá, por lo que la expedición final quedó compuesta por solo nueve miembros. El día 31 de enero el grupo llegó cerca de la ladera del Otorten y se decidió a pertrecharse para la escalada. Montó su campamento a la noche, después de haberse desviado unos metros de su camino debido a las fatales inclemencias meteorológicas. Aquella noche cenaron pronto y se recogieron en la tienda de campaña.
Cuando el día 12 de febrero, fecha que habían estimado como de regreso a Vizhain, no se tenían noticias del grupo comenzaron las labores de búsqueda. El 26 de febrero se encontró el campamento abandonado en Kholat Syakhl. La tienda estaba muy dañada y huellas humanas se perdían hacia los bosques cercanos del nordeste. El el borde del bosque, el equipo de rescate encuentra los restos de una hoguera y los dos primeros cadáveres, los de Yuri Krivonischenko y Yuri Doroshenko; éste último iba descalzo y solo llevaba puesta su ropa interior. Según se intuyó, los jóvenes habrían intentado trepar por un árbol que cedió, lo que explicaría que hubiese restos de sangre y piel en la corteza. Entre los pinos y el campamento, se encontraron tres cadáveres más. Eran los de Igor Dyatlov, Zinaida Kolmogorova y Rustem Slobodin. Igor tenía una rama en una mano y, con la otra, parecía cubrirse o defenserse de algo. Rustem tenia un agujero en el cráneo, aunque no parecía que fuese la causa de la muerte y el cadáver de Zinaida presentaba unas extrañas características: su pelo se había vuelto grisáceo y su tez presentaba un inusual color anaranjado. Según se pensó en un primer momento, estos tres jóvenes habían intentado regresar al campamento desde el bosque, ya que sus cuerpos se encontraron separados de la tienda por 630, 480 y 300 metros respectivamente en dirección hacia ella. Se determinó que todos ellos habían fallecido víctimas de la hipotermia.
La búsqueda de los otros cuatro restantes exploradores se prolongó durante más de dos meses. Sus cuerpos aparecieron el 4 de mayo, bajo cuatro metros de nieve en el interior del bosque. El cadáver de Nicolas Thibeaux-Brignolle había sufrido daños en el cráneo; a Alexander Zolotarev le faltaban algunos dientes y tenia fracturas en el pecho; aunque el caso más extraño era el de Liudmila Dubidina, a la cual le había sido cercenada la lengua. Por otro lado, los cuerpos no tenían ninguna clase de heridas externas aunque todos ellos presentaban enormes hemorragias internas y sus ropajes desprendían lecturas de haber estado expuestos a altas dosis de radiación a las que no se consiguió dar ninguna explicación,
¿Qué ocurrió?
El misterio llegó a la hora de encontrar una explicación a todo aquel galimatias de extrañas pruebas. Se cree que “algo” sorprendió a los jóvenes y les empujó a abandonar precipitadamente su campamento aquella noche del 2 de febrero. La tienda de campaña había sido abierta desde el interior, pero el grupo ni siquiera perdió el tiempo en abrir la cremallera que la cerraba, sino que habían rajado literalmente el habitáculo con un cuchillo, saliendo precipitadamente al exterior casi desnudos y durante un temporal de ventisca que hacia que los termómetros estuviesen por debajo de los 25º bajo cero.
Una vez en el exterior, los jóvenes huyeron corriendo hacia el bosque, donde tres de ellos murieron de hipotermia y seis fallecieron por alguna clase de “accidente”. Nadie había sido arrastrado hacia el exterior del campamento y todos habían escapado por su propia voluntad. La investigación se cerró el mismo mes de mayo de 1959 al no hallarse pruebas de nada incriminatorio y zanjar el tema como un simple “accidente”. Los informes, clasificados como “archivos secretos”, fueron remitidos a Moscú, junto con la cámara fotográfica que se encontró en el campamento, así como los informes de las autopsias que solo fueron parcialmente revelados en los años 90. Y fueron revelados de manera sesgada, pues cientos de hojas de los documentos no estaban presentes en los informes.
En los tres años posteriores a la extraña muerte de los excursionistas, las autoridades rusas militarizaron el recinto y prohibieron el paso de cualquier civil por aquella zona de los Urales.
Pero… ¿Qué llevo a nueve personas a salir apresuradamente de su campamento? ¿Qué les empujo a huir a tal velocidad que salieron semi desnudos a la nieve durante un terrible temporal de frió con temperaturas cercanas a los 30º bajo cero? ¿Por qué no recogieron nada del equipo a pesar de llevar consigo un rifle y algunos puñales? ¿Qué les infundio tanto pánico como para huir cada cual por su propio camino? Y, sobre todo, ¿qué causo la muerte de aquellos alpinistas?
Miles de preguntas aún sin respuestas. La Fundacion Dyatlov (en honor al jefe de la exploración) continua, a día de hoy, luchando por reabrir el caso y que se desclasifiquen todos los documentos que las autoridades rusas guardan sobre el incidente.
A pesar del secretismo y de lo misterioso de los hechos, desde MD trataremos de exponer cuales son las teorías que se manejan al respecto.
Las Teorías:
Existen cinco teorías principales sobre lo que pudo ocurrir aquella fatídica noche:
-Envenenamiento: Las autopsias estimaron que los jóvenes habían muerto a las 6 horas de haber ingerido su última comida. Esto podría indicar que a las 4 o 5 horas después de la cena los miembros del grupo comenzasen a sentirse verdaderamente enfermos en el interior de la tienda. Esto podría explicar que los jóvenes comenzasen a sentirse confusos y asustados con lo que habrían podido salir huyendo de su tienda. Esta teoría daría también explicación a las numerosas hemorragias internas que presentaban los cuerpos; e, incluso, daría alguna clase de pista sobre la posible amputación de la lengua en el cuerpo de Liudmila que podría ser debida a realizar un posterior análisis medico en busca de alguna clase de sustancia tóxica. Sin embargo, la teoría del envenenamiento no explicaría el pelo canoso que presentaban algunos de los cuerpos, pues dicha reacción no se da en ningún caso de envenenamiento; así como tampoco explicaría los altos niveles de radiación que se encontraban en las ropas de las victimas ni quien o qué habría sido el causante de dicha intoxicación.
-Un ataque Mansi: El ataque por parte de los Mansi (lugareños de aquella zona de los Urales) fue la primera teoría que se barajó. Se pensó que probablemente los jóvenes habría profanado alguna clase de lugar o creencia de dicho clan y estos los habrían atacado a modo de venganza. Fue desechada casi de inmediato al no hallarse signos de lucha ni heridas producto de una pelea. Ademas, los Mansi se caracterizan por ser gentes afables y muy hospitalarias. Incluso se tiene constancia de que la expedición de Dyatlov entró en contacto con algunos de ellos y fueron recibidos de manera más que amistosa.
-Intervención militar: Esta teoría cobró fuerza cuando los equipos de rescate hallaron en el campamento objetos que no pertenecían a ninguno de los miembros del grupo. Entre estos objetos había un par de esquíes de más, unas gafas de nieve y lo que parecía un abrigo de tipo militar que pudiesen pertenecer a alguna clase de soldados de la época. Cerca de donde acamparon los jóvenes aquella noche se encontraba un campo de concentración para disidentes rusos llamado Bulaj, por lo que se estima que tal vez los excursionistas fueron confundidos con presos huidos por alguna patrulla y haber sido víctimas de un ataque policial. Esta hipótesis esta también alimentada en que algunos testigos del grupo de rescate dijeron haber encontrado once cuerpos, y no nueve. Estos dos “misteriosos” cuerpos fueron retirados del lugar rápidamente sin llegar a ser identificados. Lo mas extraño de esta teoría es que si realmente fueron atacados por alguna clase de soldados armados, los cadáveres no presenten signos de disparos ni heridas externas ni ninguna clase de forcejeo. Tampoco se encontraron rastros de casquillos ni pisadas en los alrededores que indicasen la presencia de nadie aparte de los jóvenes, por no mencionar el hecho de las extrañas hemorragias internas y la radiación.
- Una avalancha de nieve ligera: Es una de las teorías mas aceptadas. En ella se afirma que una avalancha de nieve habría sorprendido a los alpinistas dentro de la tienda lo que les habría obligado a escapar rasgándola desde el interior y emprender la huida hacia el bosque tratando, en algunos casos, de trepar a los arboles para ponerse a salvo. Cuando se percataron de que la amenaza de alud había pasado, intentaron regresar al campamento pero no lo habrían logrado y habrían perecido victimas del frío. Esta teoría también explicaría de manera bastante convincente la causa de las extrañas hemorragias internas ya que las mismas podrían haber sido producidas por el peso de la nieve. Si bien es una teoría que encaja en lo general del misterio se salta algunos detalles en particular como que fue lo que causo la aparición de los cabellos canosos en los cadáveres y la radiación de los mismos. Es también muy extraño que si la fatal muerte de aquel grupo de exploradores se debió a una causa totalmente natural las autoridades rusas confiscasen las autopsias y no revelasen ninguna clase de dato al respecto durante años.
- La teoría OVNI. Es, según nuestro criterio, la que daría mas cohesión a todos los detalles del misterio. En primer lugar, los investigadores que emprendieron la búsqueda de la verdad después del incidente reportaron testimonios de algunos testigos que afirmaban haber visto luces anaranjadas en los cielos en las fechas cercanas a la tragedia. Es especialmente relevante el testimonio de otro grupo de alpinistas que aquella misma noche se encontraban a unos 50 kilómetros de la expedición de Dyatlov y que aseguraron haber sido testigos de la evolución de unas luces que se movían en el cielo en dirección, precisamente, al monte Gora-Otorten. Las hemorragias internas que presentaban los cuerpos y que en un primer momento fueron definidas como causa de una “fuerza desconocida e irresistible” podrían responder a un proceso se extrema aceleración lo que habría provocado una “explosión interna” del organismo. Esto explicaría también el inusual nivel de radiación (que es una constante en innumerables casos relacionados con el fenómeno OVNI) encontrado en el cuerpo y las telas de los cadáveres. A la vez, también explicaría por qué las autoridades de la URSS habrían confiscado todo el material relativo a autopsias y fotografías que habían tomado los jóvenes y por qué parte de su contenido aun no ha sido revelado. Incluso tendría cabida la presencia militar en la zona aquella noche. Aunque todo esto no descarta tampoco cualquier posible tipo de experimento militar secreto que acabase con las vidas de los jóvenes y quien sabe si de algún miembro de las fuerzas armadas.
Han pasado más de 50 años desde que un pequeño grupo de alpinistas perdieran la vida en extrañísimas circunstancias en el corazón de los Urales y aún hoy en día continúan las preguntas sin respuestas sobre lo que ocurrió realmente. El único superviviente del grupo, Yuri Yudin que se había visto obligado a dejar la expedición debido a una intensa fiebre declaro en una ocasión: “Si yo tuviera la oportunidad de pedirle a Dios una sola pregunta seria ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?”.
Puede que solo Dios lo sepa…