Con una sierra, abrieron la panza de un caño. Con pinzas, separaron las partes. "¡Está vivo!", gritó alguien. Desde el interior del tubo asomó el cuerpo de un bebé que había sido arrojado por el inodoro poco después de nacer. Tras el dramático rescate, el chiquito se recupera en la sala de un hospital.
Todo comenzó con el llanto del nene, que alertó a un grupo de vecinos. El quejido provenía de un baño de acceso común de un edificio de Pujiang, en la provincia de Zhejiang.
La ayuda no tardó en llegar. Los bomberos rompieron el suelo del baño y así llegaron al caño en el que estaba atrapado el nene, cabeza abajo. En un principio trataron de sacarlo tirando de sus pies, pero no lo lograron. Fue entonces que decidieron remover el tubo y llevarlo al hospital, donde con sumo cuidado serrucharon la cañería, de 10 centímetros de diámetro. Del procedimiento participó también personal médico, que puso al chiquito en una incubadora tras realizarle las primeras curaciones.
El bebé pesó 2,3 kilos y midió 30 centímetros. Al momento del rescate todavía tenía el cordón umbilical y restos de placenta. Presentaba, además, rasguños en la cabeza y en partes de su cuerpo y ya sufría la falta de oxígeno. Sus pies ya estaban azules. El operativo para sacarlo se prolongó unos 20 minutos, pero todo el rescate unas dos horas. La parte en la que lo retiran fue registrada en un video que conmueve al mundo.
De la madre, poco se sabe hasta ahora. Según trascendió, la Policía la ubicó hoy e informó que "llora y lamenta mucho" haber abandonado al bebé. Un efectivo aseguró que la mujer intentó matar al nene, pero después del diálogo con ella se limitaron a decir que el caso se sigue investigando.
Se cree que el nene no nació en el baño. La dueña de los departamentos dijo que la mayoría de quienes alquilan trabajan en los restaurantes y fábricas cercanas y que apenas se conocen. Y agregó, en diálogo con el diario Dushi Kuaibao que no tenía idea de que alguna inquilina estuviese embarazada.
En China no está socialmente aceptado que una mujer soltera sea madre. Con la política de un solo hijo aprobada en China a finales de los 70, la preferencia tradicional por los varones provoca abortos selectivos de niñas y a veces el abandono o venta de las chiquitas.
El caso abrió una fuerte polémica en las redes sociales, en las que se multiplicaron las condenas a la madre del chiquito y las ofertas para adoptar al bebé.
http://es.sott.net