La mina conocida como Kaiseroda contaba con 50 km de túneles a través de cinco entradas, y fue detectada en 1945 cuando soldados norteamericanos que controlaban el poblado de Merkers, escucharon sorprendidos comentarios acerca del lugar secreto y rumores del tesoro por parte de pobladores.
Dos días después asistieron al lugar
dos oficiales del ejército para descender por un ascensor unos 700 metros por
la mina. En el lugar, encontraron lo que probablemente sería el depósito más
rico del momento: en distintos túneles y cuevas hallaron entre otras cosas: mil
millones de marcos en 550 bolsas, 8.527 lingotes de oro, monedas de oro
francesas, suizas y de EUA, maletas con diamantes, perlas y otras piedras
preciosas robadas a las víctimas de los campos de concentración, incluyendo
algunos sacos de coronas dentales de oro.
El mayor tesoro de los Nazis,
almacenado en un sólo lugar, alcanzaba según cálculos, más del 90 por ciento de
las reservas del régimen caído, y fue escondido por orden del Dr. Fung,
entonces presidente del ostentoso Reichsbank. Se calcula que el traslado en
tren de tamaño tesoro requirió un mínimo de trece vagones.
Además del dinero y el oro, el lugar
resultó ser uno de los más grandes depósitos de obras de arte confiscadas por
los Nazis, incluyendo pinturas de 15 museos alemanes e importantes libros. En
la imagen puede verse la obra de Edouard Manet, titulada
"Wintergarden", observada por soldados americanos mientras la
sostienen precariamente sobre los vagones de la mina:
Los bienes y obras de arte rescatadas,
fueron cuidadosamente sacadas y transportadas en más de diez camiones a la sede
del Reichsbank en Frankfurt, para su posterior clasificación y restitución.
Aunque hasta el día de hoy, muchas obras de arte y riquezas confiscadas por los
Nazis continúan desaparecidas, el hallazgo de la mina de Merkers constituye el
mayor blanqueo y reparación material de los tesoros de posguerra.
http://www.elintransigente.com.
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