Unos 8.000 policías fueron desplegados en Barcelona para garantizar la
seguridad ante las protestas por las medidas de austeridad que se
analizan en una reunión del Banco Central Europeo (BCE).
Las
autoridades quieren impedir que las protestas se desborden en disturbios
como los del 29 de marzo pasado, durante la jornada de huelga general.