Los gobiernos de la región buscan resolver la crisis financiera
imponiendo más recortes, sin embargo sus funcionarios siguen recibiendo
salarios de lujo ante el incesante descontento popular.
Millones de
europeos desempleados no han dejado de manifestarse exigiendo a las
autoridades aliviar su dura situación. No obstante, estas no consideran
desproporcionado gastar de 7 a 14 mil euros en el sueldo de un empleado
promedio de las diferentes instituciones de la Unión Europea.