Los virus y las amenazas atacan de nuevo.

Publicado por Miguel Jara el 6 de agosto de 2012.

Las serpientes de verano amenazan con dar su mordisco venenoso. El verano, la inacción, es lo que tiene, que no se producen suficientes noticias de relevancia. Pero alguien se ha empeñado en que eso no sea cierto este agosto. Los virus y las amenazas atacan de nuevo para llenar las páginas de los periódicos e internet. Las autoridades del departamento de Salud de Estados Unidos han informado de un nuevo brote de gripe porcina que sobre todo ha afectado a niños que al parecer se contagiaron en las ferias de ganado. 16 personas se han infectado con el virus de la gripe porcina H3N2 en las últimas tres semanas.

El virus parece no haber evolucionado al punto en que se transmite de persona a persona sino sólo de cerdo a persona, aunque contiene un gen de la pandemia de la gripe aviar H1N1, el de la falsa pandemia de los años 2009 y 2010. Pero tranquilos que las autoridades estadounidenses están vigilando (esperemos que no sean los mismos personajes que “vigilaron” la otra vez y de paso demostraron su incapacidad -y conflictos de interés, claro-). Por el momento todos los casos detectados han sido leves y se han recuperado rápidamente a excepción de tres personas que continúan hospitalizadas.
No hace un mes que en México se produjo un brote de gripe aviar H7N3 en los pollos y el gobierno del país estaba desarrollando una vacuna para ello y esperaba contar ahora en agosto con 80 millones de dosis para contrarrestar el brote de la enfermedad.
También hace un par de semanas supimos que el número de casos de tos ferina de Estados Unidos ha aumentado a alrededor de 18.000 en un brote que está en camino de convertirse en el más grave en más de medio siglo. En los Estados Unidos la mayoría de los niños son inmunizados con la vacuna DTPa de cinco dosis que se administra como una serie de tomas a partir de dos meses.

Algo no se está haciendo bien. Por un lado no aprendimos de la anterior pandemia de la gripe “del cerdo” y se continúa criando el ganado de manera que se favorece la aparición de mutaciones del virus famoso que empieza por H, lo que también anima el mercado de las vacunas para pollo y cerdos (que luego nos comemos -bueno esto es voluntario-). Con respecto a la vacuna para bebés humanos, la DTPa, cabe preguntarse si es que no funciona ¿no? El caso es no parar, que estemos constantemente sufriendo brotes, amenazas de pandemia y demás.
Fuente: http://www.migueljara.com/