El Sol, en una de las épocas de mayor actividad del ciclo, ha vuelto a emitir una lengua de fuego cuyos efectos se han dejado sentir en la Tierra en la forma en que habitualmente ocurre: con las espectaculares auroras boreales. En esta ocasión, la NASA ha publicado una fotografía de la que se pudo ver este lunes en Canadá.
La erupción solar provocó una importante llegada de material y energía solar al entorno magnético de la Tierra, lo que provocó una llamada tormenta geomagnética. La tormenta ha sido calificada como G3 en una escala de G1 a G5, es decir, de tipo medio.
El solo erupcionó con fuerza el pasado 27 de septiembre, y lo hizo en dirección a la Tierra. Es lo que se llama una CME (eyección de masa coronal), que envía a la Tierra miles de millones de toneladas de partículas solares, que suelen llegar entre uno y tres días más tarde, y cuyos efectos se pueden dejar sentir en los sistemas electrónicos de los satélites.
Esta última CME viajó a unos 700 km/sg. Los efectos de las que viajan a esta velocidad son generalmente benignos. Su efecto más claro son las auroras boreales.
Fuente: Te interesa.