" LA IGNORANCIA MATA".
Procure estar informado y tener una mente critica.

viernes, 19 de octubre de 2012

Fármacos inútiles y peligrosos. Vacaciones en la Universidad del escepticismo.



Publicado por Miguel Jara el 18 de octubre de 2012
Un medicamento de cada tres es inútil y otro tercio es peligroso. Vaya, que sólo uno de cada tres es útil. Aún así la mayor parte de ellos se financian con el dinero de todos y los responsables de estos productos defectuosos siguen a sus negocios. Corrupción que cuenta con la colaboración de las diferentes administraciones públicas que lo consiente y alientan y quienes ayudan con su receta. Bueno y con quienes nos conformamos con todo esto ¿no?
Tal vez la enfermedad que sufrimos sea el conformismo y es que no hay más ciego que el que no quiere ver. Los datos que comento provienen de una entrevista que ayer publicó el diario en internet El Confidencial. El protagonista es el francés Philippe Even, profesor emérito en la Universidad París Descartes y antiguo miembro de la comisión científica del Ministerio de Sanidad galo, que ha obtenido dichas conclusiones tras analizar con su equipo de colaboradores cerca de 20.000 informes sobre medicamentos comercializados en Francia.
Su último libro, Le guide des médicaments: utiles, inutiles ou dangereux, iba por 200.000 ejemplares vendidos la semana pasada que me escribió para contármelo mi amigo Germán Velásquez, el que fuera máximo responsable del área de Patentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A Even no le tiembla la voz a la hora de señalar a los responsables:
“En primer lugar los profesionales médicos, que están desinformados o seducidos por los ‘regalos’ de los visitadores médicos; en segundo lugar, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que es quien autoriza la comercialización y, finalmente, la propia falta de moral de la industria farmacéutica, que conoce a la perfección los riesgos y beneficios de sus productos, pero aún así hace todo lo posible por comercializarlos, una actitud que en parte es normal porque ese es su negocio”.
Leeros el texto completo. En casi lo único que no estoy de acuerdo es en esto último porque no me parece normal que los negocios se hagan sin ética; negocios sí pero inmorales no, los beneficios para las personas están por encima de los beneficios económicos puros y duros.
Tampoco estoy de acuerdo en el orden en que lo narra. Yo suelo contarlo al revés: Los principales responsables son quienes comercializan esos productos ineficaces y además peligrosos (en buena parte de los casos conociéndolo con antelación, no lo olvidéis); a continuación las autoridades sanitarias que se lo permiten -agencias reguladoras, ministerios de Sanidad, comunidades autónomas, etc; luego los médicos que entran en el juego de recetarlos mirando para otro lado sin querer entender que lo que firman es peligroso e ineficaz para las personas que les confían su salud.
Y no me parecería justo no interrogarnos por nuestra responsabilidad; la del público, consumidores, ciudadanos, pacientes o como os consideréis. Ayudadme a pensar en voz alta sobre esto. ¿No creéis que es nuestra responsabilidad dedicar el tiempo que haga falta a estar informados de lo que tomamos? Nuestra salud es nuestra y tu salud es tuya. ¿No creéis que todos deberíamos pasar unas vacaciones en la Universidad del Escepticismo?