Científicos de la Universidad de Yale observan que son los antibióticos utilizados por los apicultores americanos en los últimos 50 años, los que causaron las muertes masivas en las colonias, y no los parásitos.
Dado que los investigadores descubrieron que las abejas se hicieron resistentes al primer antibiótico usado, aplicaron uno nuevo desde  2006, que  estaría causando un colapso, señaló las principal autora de un estudio de la Universidad de Yale, Nancy Moran, profesora de Ecología Evolutiva, en un comunicado del 30 de octubre.
Ningún patógeno o parásito es responsable de la muerte masiva.
Ningún patógeno o parásito es responsable de la muerte masiva, y muchos factores parecen estar involucrados en esto”, señaló Nancy Moran.
Los científicos observaron que las bacterias del tracto intestinal de las abejas estaban reaccionando con resistencia al antibiótico tetraciclina, que los apicultores empezaron a usar decenas de años atrás.
Los norteamericanos lo incorporaron ante la aparición de lo que llamaron la ‘peste americana’, sin embargo esto habría traído como consecuencia, la destrucción de las bacterias intestinales de las abejas, y la muerte masiva de las colonias, sostiene la doctora Morgan.
La profesora sugiere que estas bacterias las ayudan en la digestión, además de que repelen a los parásitos, por lo que el principal problema de salud para las colonias de abejas se inició con la introducción de este antibiótico.
Ocho bacterias intestinales benéficas, comunes en las abejas, adquirieron un gen que las hace resistentes a la tetraciclina, y este gen no se encuentra en los países donde no se permite el uso de antibióticos, advierte.
En el año 2006 se introdujo un nuevo antibiótico en reemplazo al anterior, y las doctora Moran destaca que “es interesante que los problemas principales de estas colonias se iniciaron al mismo tiempo que la introducción de un nuevo antibiótico en 2006”.
Según la doctora Moran, proveer de un nuevo fármaco a las abejas significará que estos eliminarán a las bacterias intestinales benéficas para ellas, causando una nueva destrucción masiva.
El equipo de estudio descubrió además que estos genes de resistencia contra los antibióticos en las bacterias, “pueden saltar entre las especies”. Se descubrió que se encuentran en otras especies independientes de bacterias, incluso en el intestino del hombre y en el de los animales.
La polinización de las abejas y la miel es fundamental para la agricultura, que además impacta en la alimentación y en la economía del país.

Fuente: Lagranépoca