Un vigués se enfrenta a una petición de tres años y medio de cárcel acusado de entrar a robar en una vivienda de Cabral en octubre del año pasado. El botín, comida que la propietaria tenía en un congelador, concretamente chorizos, dos conejos y langostinos entre otras muchas cosas.
Durante el juicio, celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo, el acusado, F.J.C., reconoció haber cogido comida de un galpón anexo a la casa, pero negó haber forzado ninguna ventana, ni puerta para entrar en el interior del chalé. Aseguró que se llevó los alimentos ‘por necesidad’ para poder dar de comer a sus hijos.
La propia víctima, propietaria del chalé, declaró en la vista que no reclama por lo sustraído porque ‘todo lo que es de comer si ha servido para alimentar a alguien, bien está’. No obstante, su testimonio y el informe de la Policía Científica sobre la inspección ocular complican el futuro del acusado.
La mujer aseguró que se marchó de casa y dejó la ventana y la puerta cerrada y que cuando llegó estaba forzada. Por otra parte, los agentes aseguraron que encontraron huellas en la ventana como de haber dado un empujón brusco, a pesar de que el acusado negó haber forzado nada.
El fiscal considera que es un robo con fuerza y por eso elevó a definitivas sus conclusiones, mientras que la defensa pidió la libre absolución del joven.
Fuente: Laregión