La variante del patógeno, conocida como Sidney 2012, fue identificada la semana pasada en una investigación cuantifica. La Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña (HPA,) señaló que pruebas genéticas indicaban que ahora está generando más casos en Inglaterra y Gales que otras cepas.
El número de afectados se elevó previamente a lo anticipado este invierno boreal en el Reino Unido, a lo largo de Europa, Japón y otras partes del mundo.
Aunque el norovirus normalmente provoca unos cuantos días de malestar, es responsable por millones de infecciones que ocurren cada año y se destaca por su capacidad de evadir los controles.
En EEUU, los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) afirmaron que este patógeno genera 21 millones de enfermermos cada año, con 70.000 casos que requieren hospitalización y cerca de 800 que provocan la muerte.
Ian Goodfellow, un científico que estudió el norovirus durante 10 años, lo describe como "el Ferrari de los virus del mundo" y "uno de los más infecciosos para el hombre".
No existe un tratamiento específico para la infección, más allá de dejar que la enfermedad siga su curso y de intentar permanecer hidratado. Los síntomas habitualmente duran dos días.