Hace unos días saltaron las alarmas en muchas cadenas de distribución de alimentos a lo largo de toda Europa respecto al fraude de la carne de caballo, dónde se encontraron productos que se etiquetaban como carne de vacuno, y que llegaban a contener hasta un ¡40% de carne de caballo!
Pues bien, ahondando en esta temática hoy se ha conocido que las tartas de chocolate de la división alimenticia la cadena sueca Ikea, se han retirado de la venta por contener una bacteria que puede poner en peligro la salud humana, tan solo una semana después de encontrarse carne de caballo en sus albóndigas.
Con estos precedentes se ha abierto el debate si estamos protegidos con el consumo de alimentos low-cost.
En los últimos años hemos ido sustituyendo algunos alimentos de nuestra cesta de la compra buscando buenas propiedades nutritivas a un menor coste, pero con este tipo de acontecimientos no estamos tranquilos. ¿Serán suficientes los controles alimenticios? ¿Se miran con la misma lupa los alimentos más baratos?
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