Paul Krugman, premio Nobel de Economía.

Al presidente español, Mariano Rajoy, le siguen lloviendo las críticas desde la prensa internacional. Hoy es el turno de Paul Krugman, premio Nobel de Economía, que traza una comparativa entre la España actual y el Reino Unido de antes de la Gran Depresión. The Guardian critica a Rajoy: “Se está haciendo célebre por tergiversar la realidad”.
“Las consecuencias económicas de Mr. Rajoy”. Así titula su última entrada en el blog que mantiene, si bien especifica que “no es realmente él, si no la situación europea en su conjunto”.
Krugman utiliza un juego de palabras recordando el famoso ataque de John Maynard Keynes a la decisión de Winston Churchill de volver al patrón oro en 1925, que el célebre economista tituló “Las consecuencias económicas de Mr. Churchill”.
Krugman cita el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que se vuelve a analizar esta decisión del Reino Unido y destaca que el país volvió al patrón oro con una moneda sobrevaluada en un 20% y además con una enorme deuda proveniente de la Primera Guerra Mundial.
Además, se embarcó en una dura política de austeridad, con un superávit primario de alrededor del 7% y persiguió un devaluación interna a través de la deflación. El resultado fue un estancamiento prolongado que tampoco pudo controlar la deuda.
Ahora Krugman defiende que los países deudores europeos, y España en particular, están en un proceso similar.
Aunque reconoce que estimar la sobrevaluación es complicado, se centra en el problema de los costes laborales del sector privado, ya que un recorte de los salarios públicos cuenta como un incremento de la competitividad, cuando en realidad no lo es.
Utilizando este medidor, calcula que España tiene una sobrevaluación del 15%, similar, aunque inferior, a la del Reino Unido en los años 20.
Y el panorama que plantea es muy poco alentador. “Esto no es bueno. La Historia sugiere que a menos que España tenga una gran ayuda de un boom conjunto de la Eurozona, en concreto con algo de inflación en los países acreedores (Alemania), se enfrenta a una tarea casi imposible”.

Fuente: Eleconomista