" LA IGNORANCIA MATA".
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lunes, 13 de mayo de 2013

Las Cremas Solares y su relación con el Cáncer.


El miedo metido en el cuerpo se ha extendido desde hace décadas a temer al sol, llevado a cabo entre otros muchos con el pleno apoyo de los fabricantes de cremas de protección solar contra los que se atreven a exponerse a los «peligros» del Sol. 

A menos que vayan untados de la cabeza a los pies con cre­mas de protección solar de factor 60 (mezcla de derivados petroliferos) , ponen en juego su vida, o eso les hacen creer aquellos que no persiguen otra cosa que su propio interés.

Por fortuna, este punto de vista está empezando a desmoronarse, ya que no existe ni una sola prueba científica que demuestre que la luz solar produce enfermedades.
Al contra­rio, lo que se está descubriendo es que la falta de exposición a la luz solar es uno de los mayores factores de riesgo de caer enfermo.

Son muy pocos los que saben que la falta de sol hace que cada año mueran de cáncer unas 50.000 personas tan sólo en Estados Unidos. Como veremos más adelante, son muertes que se habrían podido evitar fácilmente gracias a la vitamina D que produce el cuerpo en respuesta a una exposición regular al sol.

Antes de que se descubrie­ran los antibióticos en 1930 , la comunidad médica, al menos en Europa, sabía apreciar el poder curativo del Sol. Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo xx, la terapia basada en la luz solar, la llamada «helioterapia», se consideraba uno de los tratamientos más eficaces contra las enfer­medades infecciosas.

Estudios han revelado que los pacientes expuestos a la luz solar de una manera controlada experimentaron un importante descenso de la presión arterial (una bajada de hasta 40 mm Hg), una disminución del nivel de colesterol en sangre, una reducción de los niveles anormalmente altos de azúcar en personas diabéticas y un aumento de los glóbulos blancos que los individuos necesitan para ayudarles a resistir a la enfermedad.

Los pacientes que sufren gota, artritis reuma­toide, colitis, arteriosclerosis, anemia, cistitis, eczemas, acné, psoriasis, herpes, lu­pus, ciática, problemas renales, asma e incluso quemaduras se verán beneficiados por el poder curativo de los rayos solares.
La exposicion al sol tiene propiedades germicidas, ayuda a eliminar ácaros, hongos, gérmenes, bacterias indeseables, etc. .

El médico y escritor Auguste Rollier fue uno de los más famosos helioterapeu­tas de su época. En el momento más álgido de su carrera dirigía 36 clínicas con un total de unas mil camas en Leysin, Suiza.

Esas clínicas estaban situadas a más de 1.500 m sobre el nivel del mar, una altitud que permitía que sus pacientes recibieran una cantidad de rayos UV mucho mayor que la que es posible en los niveles más bajos de la atmósfera.

El doctor Rollier utilizó los rayos UV para el tratamiento de enfermedades como la tuberculosis, el raquitismo, la viruela, el lupus vulgaris (tu­berculosis cutánea) y las heridas; siguió los pasos del médico danés Niels Finsen, ganador del premio Nobel en 1903 por el tratamiento de la tuberculosis con luz ultravioleta.

Rollier descubrió que los baños solares a primera hora de la mañana, junto con una dieta nutritiva, aportaban los mejores resultados.

La sorprendente cura de la tuberculosis y de otras enfermedades que consiguie­ron esos médicos ocupó los titulares de la época. Lo que más sorprendió a la profe­sión médica fue que los benéficos rayos solares no surtieran efecto en los pacientes que utilizaban gafas de sol. (Las gafas de sol filtran importantes rayos del espectro que el cuerpo necesita tomar a traves de los ojos y llegar al cerebro- glandula pineal directamente)
Estos rayos beneficiosos llegan aunque uno este a la sombra. 

Investigadores del Environmental Working Group, una organización no lucrativa con sede en Washington, publicó su informe anual manifestando que casi la mitad de los 500 productos de protección solar más populares pueden en realidad aumentar la velocidad en la cual las células malignas desarrollan y extienden el cáncer de piel ya que contienen vitamina A y su derivados, retinol y retinol palmitato.

Además, la FDA ha sabido los peligros de la vitamina A incluida en los protectores solares desde que ordenó un estudio hace 10 años, sin embargo no ha hecho nada para alertar al publico de los peligros.

“El retinol palmitato fue seleccionado por el Centro de Seguridad Alimenticia y Nutrición Aplicada (de la FDA) por su foto toxicidad y foto carcinogenicidad en sus pruebas basadas en el uso generalizado de este compuesto en los productos cosméticos a la venta al por menor para ser utilizado en la piel expuesta al sol,” dijo en un reporte por el National Toxicology Progaram en el 2000.

De acuerdo con las noticias de AOL, otros problemas derivados del uso de protectores solares son:
El uso del químico oxbenzona que altera las hormonas, penetra en la piel y entran al torrente sanguíneo.
Afirmaciones exageradas acerca de sus beneficios.
La falta de regulaciones necesarias y supervisión por medio de la FDA.