Las autoridades chinas han detenido a
904 personas tras una campaña de tres meses para encontrar falsificaciones en
productos cárnicos. Resultó que los estafadores sacrificaban zorros, ratas y
visones y hacían pasar su carne por ternera y cordero.
Según los datos del Ministerio de
Seguridad Pública chino, desde el 25 de enero de este año han descubierto 382
casos de delitos relacionados con la falsificación de carne y se incautaron más
de 20.000 toneladas de productos ilegales.
La agencia Xinhua informa que, por ejemplo, los delincuentes en la ciudad de Wuxi, en la provincia de Jiangsu, este de China, procesaban la carne de zorros, ratas y visones mediante la adición de productos químicos, para luego venderla en los mercados como carne “decente”. Esta práctica les generó más de 10 millones de yuanes (1,62 millones de dólares).
Otros productores inyectaban agua en la carne y vendían animales enfermos.
En los últimos meses estalló otro escándalo relacionado con la falsificación de carne. Autoridades sanitarias de varios países encontraron carne de caballo en hamburguesas, lasañas, albóndigas y otros productos congelados. Los productos se vendían, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Francia, Reino Unido, Portugal, Italia, Holanda, Bélgica, España, Chipre, Grecia, Irlanda, Suecia y otros países. El hallazgo provocó una gran repercusión en toda Europa, donde no se suele consumir carne de caballo.
En abril se hallaron productos cárnicos preparados para el consumo humano, elaborados con carne de canes y gatos procedentes del norte de España.
La agencia Xinhua informa que, por ejemplo, los delincuentes en la ciudad de Wuxi, en la provincia de Jiangsu, este de China, procesaban la carne de zorros, ratas y visones mediante la adición de productos químicos, para luego venderla en los mercados como carne “decente”. Esta práctica les generó más de 10 millones de yuanes (1,62 millones de dólares).
Otros productores inyectaban agua en la carne y vendían animales enfermos.
En los últimos meses estalló otro escándalo relacionado con la falsificación de carne. Autoridades sanitarias de varios países encontraron carne de caballo en hamburguesas, lasañas, albóndigas y otros productos congelados. Los productos se vendían, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Francia, Reino Unido, Portugal, Italia, Holanda, Bélgica, España, Chipre, Grecia, Irlanda, Suecia y otros países. El hallazgo provocó una gran repercusión en toda Europa, donde no se suele consumir carne de caballo.
En abril se hallaron productos cárnicos preparados para el consumo humano, elaborados con carne de canes y gatos procedentes del norte de España.