Publicado por Miguel Jara el 6 de noviembre de 2012
Ayer estuve con los amigos de la empresa Geosanix, que ofrecen un servicio integral en el ámbito de la salud geoambiental y que anunciamos en el blog por sus valores, tan cercanos a los nuestros. En muchos casos una persona enferma continúa en ese estado porque no se ha analizado algo tan elemental como el lugar donde pasa una tercera parte de su tiempo, su dormitorio. De nada sirve ir a los mejores médicos o doctoras y que nos traten con la mayor sabiduría si luego volvemos a dormir en un sitio “enfermo“.Muchas enfermedades son el resultado de determinadas agresiones del entorno o de factores de riesgo ambiental que tenemos dentro de nuestras propias casas sin darnos cuenta. Convivimos con múltiples factores de origen geológico y electromagnético, así como numerosos tóxicos ambientales y en muchos casos la recuperación de una persona enferma pasa no sólo por tratar sus síntomas, para lo que hay muchos recursos hoy, sino por eliminar las causas que los provocan y a las que estamos expuestos inconscientemente durante muchas horas al día.
Para intentar solucionar este problema, los compañeros de Geosanix han desarrollado lo que denominan “análisis sanitario geoambiental”, un estudio exhaustivo de las radiaciones naturales y artificiales y de los tóxicos ambientales centrado exclusivamente en el dormitorio.
Yo hace tiempo que lo hice en mi casa, no sólo en el dormitorio. Es de lo más curioso y útil descubrir qué zonas contaminadas existen en nuestra casa sin que siquiera lo sospechemos. Precisamente uno de los lugares más comprometidos era el dormitorio y en concreto el cabecero de la cama que tenía un campo magnético muy elevado proveniente de los cables de la luz de las lámparas de noche.
La solución fue “capar” esa zona; ahora no tenemos luz en esos puntos pero hemos prevenido dolencias. También en ese espacio el vecino de abajo emitía con su teléfono inalámbrico de esos tipo DECT las 24 horas. El hombre lo comprendió y lo alejó. En un principio lo que más me preocupaba era una antena de comunicaciones y telefonía cercana pero el análisis que hizo Alberto ofreció datos nada preocupantes.
Los factores de riesgo geoambiental que analiza Geosanix pueden ser de distinto origen. Entre los tóxicos físicos están las radiaciones naturales y artificiales. Las naturales son las que proceden de la radiactividad del entorno, de alteraciones geológicas del subsuelo, las cuales provocan variaciones locales del campo magnético terrestre, según José Miguel Rodríguez, director de Geosanix.
Las radiaciones artificiales son las que emiten las antenas de telefonía, los aparatos inalámbricos como teléfonos, móviles o routers, las instalaciones eléctricas defectuosas de los hogares, los electrodomésticos mal instalados o sin toma de tierra, etc. Los tóxicos ambientales, por su parte, comprenden desde sustancias químicas como los formaldehidos, CO2, NO2, SO2, que se relacionan con múltiples enfermedades como el síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SQM).
Alternativa 11: Desde Alternativa, le aconsejamos que por la noche, al menos, desconecte todos los aparatos eléctricos de la habitación y todos los elementos de wifi de la casa.
A parte de mejorar su salud, se ahorrará un buen dinero a fin de més de todos los televisores y equipos multimedia que desconecte al no estar consumiendo los transformadores internos que llevan.